Hablando Al Oido De Dios



Hablando al oído de Dios

• Dios tiene un plan de bendición para nosotros.
• Un plan en el cual nos quiere como cabezas y no como colas, extendiendo su reino y su palabra en todo lugar, trayendo la realidad de los cielos a la tierra.

• Cada principio que aprendemos y aplicamos, nos va posicionando para reinar.
Lo que hablamos es muy importante.
Sabemos que las palabras que hablamos tienen el poder de dar vida o muerte, que tienen el poder de acercarnos al plan de Dios o alejarnos de él, porque lo que hablamos es la manifestación de lo que creemos.

Cuando nosotros hablamos, lo hacemos en el oído de Dios.
Las palabras que nosotros hablamos son vitales para poseer nuestra herencia.
Lo que decimos o no, no afecta nuestro derecho de propiedad, pero afectará lo que vamos a poseer.


En Números 13, encontramos la historia de los 12 espías que fueron enviados para inspeccionar lo que Dios les había dado: la tierra de Canaán, su Derecho de propiedad.

30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.
33 También vimos allí gigantes,(A) hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Dos de ellos dieron un informe basado en la fe de lo que Dios dijo, diez de ellos dieron un mal informe.

Hablar contrario a lo que Dios dice en Su Palabra es dar malos informes.

EN EL CAMINO A LA CONQUISTA DE TU HERENCIA
Conseguiras Circunstancias Adversas
• El enemigo levantará obstáculos en su camino para que tu no llegues a poseer lo que ya le pertenece, pero tu eres un conquistador, dentro de ti está el espíritu de un vencedor, está el espíritu de Dios.
• Hable la verdad de Dios, acerca de usted mismo, Dios lo oye.
• No hable el parecer de los hombres, hable como Josué y Caleb, el parecer de Dios.
• Lo que diga la gente de usted no lo tiene que detener.
• Escuche lo que dice Dios de usted: Hijo amado, heredero, más que vencedor, conquistador, y eso mismo declare de usted mismo.
• Recuerde que lo que hablas, lo hablas al oído de Dios.


Estar En Desacuerdo Con Lo Que Dios Habla Es: Hablar Mal.
• Los diez espías hablaron mal porque hablaron lo contrario a lo que Dios les había dicho.
• Dios les dijo que entraran y poseyeran la tierra porque Él se las había entregado y ellos decían que no podían porque los hombres que estaban ahí eran más fuertes.
• ¿Acaso Dios no sabía que había hombres fuertes en esa tierra? Claro que sí! Pero también sabía que Él les iba a dar la victoria!

La Mentalidad De Esclavos No Les Permitió Ver La Grandeza De Dios.

• Cuando decimos que no podemos poseer lo que Dios nos ha dado demuestra una mente esclava e incrédula.
• Justificarse y dar excusas no ayuda. No les sirvió a los diez espías, sus palabras los hicieron quedarse afuera de la tierra.
• Usted tiene todo a travès de Jesús, una vida sana, saludable, próspera, sabia.
• Poner excusas es mantenerse en el fracaso.
• Lo peor que le puede pasar a un cristiano es considerar al mundo, más grande que la palabra de Dios.
• No hay problema que Dios no pueda solucionar.
• Solo requiere que usted le crea.

1 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.
2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: !!Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!
Números 14:1-2 Ellos no poseían la tierra por causa de sus palabras.

La Diferencia La Hicieron Las Palabras.
¡Las palabras tienen poder!
 Mantenga esto en su mente y realmente cambiará su mundo.
Cuídese de hablar cualquier cosa contraria a la palabra de Dios.
• Si una situación no es la esperada, empiece a hablar lo que Dios dice al respecto y esa situación comenzará a cambiar.
• La situación le puede decir: “estás enfermo, estás mal”, pero usted debe decir: “la Palabra es medicina a todo mi ser” Lo espiritual siempre gobierna lo natural.
• Usted puede alcanzar la victoria completa porque tiene la Palabra de Dios para lograrlo.
La diferencia está en las palabras.

Esta gente estaba quejándose y murmurando públicamente, estaba teniendo una discusión pública.

26 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
27 ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.
29 En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí.
30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.
31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.
Num. 14:26-32


Ellos no pensaron quien podía estar escuchando.
• Dios tenía un pacto con esa generación: hacerlos entrar en la tierra prometida, pero los hombres con sus palabras y acciones quebraron ese pacto y se quedaron afuera.
• Lo que dices en público lo dices al oído de Dios, lo que dices al oído de Dios es lo que va a tener.

• La lección que aprendemos es que siempre debemos hablar de acuerdo con la palabra de Dios.
• Siempre hablar en fe. No es que Dios está esperando para ver cuando se equivoque y condenarlo, por el contrario, está esperando recibir sus palabras de agradecimiento, de fe, de conquista.
• Él es su padre y le complace cuando usted le cree.


Jesús es nuestro ejemplo y siempre habló de acuerdo a la palabra de Dios.
No hable como mendigo, usted es hijo de Dios, deleite al Padre hablando fe.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para 
 hacer tu voluntad, 
 Como en el rollo del libro está escrito de mí
Hebreos 10:7

• La Palabra de Dios puede hacer que destruyamos todo lo que el enemigo levante en el camino.
• Recuerde somos hijos, herederos y coherederos con Cristo.
• No se quede con menos de eso, frénese antes de hablar algo contrario a lo que dice Dios de su vida y de la vida de otros.
• Si critica, también lo está haciendo al oído de Dios.
• Ninguno es Juez, esa es tarea de Dios, mire lo suyo.
• Jesús no era quejoso, por eso nunca tuvo resultados negativos.



Jesús oyó a Tomás.
Jesús le había dicho a los discípulos:
“si destruyen este templo yo en tres días lo levantaré” Juan 2:19.

“Yo pongo mi vida, puedo volverla a tomar. Nadie me quita la vida. Tengo poder para ponerla y para volverla a tomar”. Juan 10:17


Esto es lo que escucharon los discípulos, ahora fíjese que es lo que ocurrió en este pasaje:
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Juan 20:19-25

Tomás dijo públicamente: “si no viere,…” 
Observe ahora los versículos 26 y 27
26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Ponga atención en el hecho de que Jesús oyó lo que Tomás había dicho ocho días antes.
Jesús no estaba físicamente presente. Pero Dios siempre escucha.
Lo que hablamos en público o con nuestros amigos también lo hacemos al oído de Dios.
28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!
29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Juan 20:28-29

Hay quienes creen que Dios solo escucha cuando estamos orando.
• Él no sólo oye nuestras oraciones, oye cada palabra que decimos.
• Por eso es importante no tener doble discurso: en la iglesia comemos gigantes y salimos y decimos que somos como langostas.
• Decimos que somos más que vencedores y que en Cristo todo lo podemos y ante el primer desafío retrocedemos con temor Tenga una sola confesión, la palabra de fe.
• Nosotros no podemos caminar en fe y hablar lo que es opuesto a la Biblia. 

• Hable la Palabra de Dios sobre cada situación, cada Palabra que hable llega al oído de Dios y toma lo que Él ya le ha otorgado. 


Cada Palabra lo irá posicionando para reinar