Al pie del Monte Hermón, montaña más elevada al noreste de Israel, encontramos a Cesarea de Filipo, conocida hoy día como Banias.
Es una de las áreas más hermosas de Israel. En esa región se encuentran los ríos que fluyen hacia el Río Jordán, con muchas cascadas y abundantes corrientes de agua. Trato de visitar esas áreas de Banias y Tel Dan lo más frecuente que pueda. Me siento más cerca de Yeshúa en esos lugares de belleza natural que en los lugares históricos de muchas iglesias. De seguro, Él debió también visitar esos lugares donde se puede admirar Su maravillosa creación.
En Mateo 16 leemos un relato donde Jesús y Sus discípulos visitaron a Cesarea de Filipo. A manera interesante, parece que lo único que hicieron allí fue conversar. La Escritura no menciona otros milagros ni sanidades realizadas allí. Leamos el relato en Mateo 16:13-20.
"Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a Sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" Y ellos respondieron: "Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías o alguno de los profetas." "Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?" les preguntó Jesús. Simón Pedro respondió: "Tú eres el Cristo (el Mesías), el Hijo del Dios viviente." Entonces Jesús le dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las Puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos." Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que El era el Cristo (el Mesías)."
Sabemos que Banias es un hermoso lugar hoy día, ¿pero cómo sería cuando lo visitó Yeshúa? Según Neal W. May: "El lugar siempre ha tenido un significado religioso/cúltico y era frecuentado como un lugar popular para adorar las deidades semitas. Baal, el dios cananeo, fue adorado allí durante tiempos del Antiguo Testamento (Josué 11:17, 12:7, 13:5; Jueces 3:3; 1 Crónicas 5:23). Los griegos luego adoraron a su dios Pan en el mismo lugar, de esa manera dándole el nombre de Paneasar Panias, 'Deidad de Pan.'" Es un lugar que siempre ha sido asociado con la adoración pagana. Sus prácticas de adoración incluían rituales de inmoralidad sexual y hasta sacrificios humanos.
Howard Vos dice: "Uno pudiese preguntar si los antiguos enemigos de Israel fuesen tan malvados como describe la Biblia, pero una somera mirada a la religión cananea ampliamente demuestra su iniquidad. La inmoralidad sexual era rampante, e incluso la prostitución religiosa era exigida; y era práctica común, con la intención de apaciguar a sus dioses, que se mataran a los niños y los enterraran en las bases de sus casas o edificios públicos al momento de su construcción."
El Dr. David Allen Lewis escribió: "Siglos antes del tiempo de Cristo, los habitantes de la región le pusieron el nombre de Panias a la ciudad. Eso fue en honor al dios de fertilidad Pan, quien también exigía sacrificio humano. En la primavera cada año, los sacerotes de Pan lanzaban una joven virgen a las fuertes corrientes de agua que surgían de la base del Monte Hermón."
En tiempos de Jesús, era una ciudad romana. Herodes el Grande construyó allí un templo en mármol blanco para la adoración del emperador. Luego, su hijo Filipo lo llamó Cesarea de Filipo, nombrándolo en honor a César y sí mismo. Hoy día, el lugar se llama Banias, porque los árabes no pueden pronunciar la "p" de Panias.
En fin, ¿por qué Jesús y Sus discípulos fueron a un lugar tan distante de Galilea, a 25 millas (40 kilómetros) de su acostumbrado lugar de ministerio? Habían estado cerca del Mar de Galilea, y tuvieron que caminar una larga distancia cuesta arriba. El Mar de Galilea se encuentra a como 700 pies (213 metros) bajo el nivel del mar, y Cesarea de Filipo se encuentra a 1,150 pies (350 metros sobre el nivel del mar. No fue una sencilla caminata.
El Dr. Lewis escribió: "Fue allí en ese extraño ambiente que Jesús decidió pronunciar la principal profecía respecto al destino final de Su Iglesia: '…edificaré Mi iglesia; y las Puertas del Hades no prevalecerán contra ella.' [Mat. 16:18]…
Jesús había escogido ese lugar arropado por la presencia demoníaca, un lugar con historia de adoración pagana y sacrificio humano. Algunos autores decían que los habitantes de Israel en tiempos de Jesús tenían un apodo especial para esa ciudad romana… ¡La llamaban Puerta del Infierno!… Jesús quería que Sus discípulos le escucharan hacer esa gran declaración desde el mismo centro del poderío infernal en lugar de en las cortes del Templo."
Parece que Jesús quiso ir al lugar más malvado posible y pararse ante la puerta principal del Diablo, proclamando que Él triunfaría sobre las fuerzas del mal. También usaría a débiles seres humanos como nosotros; pero no iríamos en nuestra propia fuerza, ¡sino que Él edificaría a Su Iglesia!